Somos una empresa arraigada en la tradición familiar, respaldada por una comunidad de más de mil apasionados olivicultores que a lo largo del tiempo han depositado su confianza en nuestra experiencia y conocimiento, siempre impulsados por nuestra firme dedicación a brindar los más altos estándares de calidad y servicio.

Nuestra historia se remonta a principios del siglo XX, en la pintoresca localidad de Belerda, situada en las proximidades de Quesada, en la provincia de Jaén. A lo largo de los años, hemos atravesado diversas transformaciones destinadas a modernizar nuestra empresa, hasta establecer nuestra sede actual en Peal de Becerro, también en Jaén. Aquí se encuentra nuestra moderna almazara y nuestra oficina central. Además, hemos establecido cinco puntos de recogida de aceitunas en poblaciones estratégicas en las estribaciones de las Sierras de Cazorla y Quesada, como Belerda, Larva, Chilluevar y Camporredondo.

Esta ubicación geográfica es de vital importancia para la calidad de nuestros aceites, ya que la gran mayoría de las aceitunas provienen de olivares situados en un entorno natural en zonas de sierra, con altitudes que oscilan entre 650 y 850 metros sobre el nivel del mar, lo que refleja las características de un clima mediterráneo.

La elección de la variedad de aceituna es un aspecto crítico en la producción de aceite de oliva de alta calidad. En nuestra empresa, hemos optado principalmente por la variedad Picual o Marteña, y esta decisión no es casual. La elección de la aceituna adecuada es esencial para lograr un aceite de oliva virgen extra excepcional.

La variedad Picual es ampliamente reconocida en el mundo del aceite de oliva por sus características distintivas. Estas aceitunas son pequeñas y alargadas, con una piel gruesa que protege la pulpa y el hueso. Su alto contenido de aceite y su perfil de sabor intenso hacen que la Picual sea una elección popular para la producción de aceite de oliva virgen extra. Además, esta variedad es especialmente resistente a plagas y enfermedades, lo que la convierte en una elección sostenible y confiable para los agricultores.

La variedad Marteña, por su parte, comparte muchas de las cualidades de la Picual. Ambas son originarias de la región de Jaén, en España, y comparten similitudes en cuanto al tamaño y la forma de las aceitunas, así como su capacidad para resistir condiciones adversas. La elección de la Marteña también se basa en su sabor único y la alta calidad de su aceite.

La calidad del aceite de oliva virgen extra no solo depende de la variedad de aceituna, sino también del proceso de producción. En nuestra empresa, hemos mantenido una tradición artesanal que se ha transmitido de generación en generación. Este enfoque es un homenaje a la herencia y la experiencia acumulada durante décadas. La primera prensada y la extracción en frío son dos pilares fundamentales de nuestro proceso de producción.

La primera prensada es un método que implica la extracción del aceite de oliva a partir de las aceitunas en la primera prensa. Esta etapa se caracteriza por producir un aceite de la más alta calidad, ya que las aceitunas están en su estado más fresco y su sabor y aroma se preservan de manera óptima. La extracción en frío es otra parte esencial del proceso. Significa que el aceite se obtiene a temperaturas muy bajas, lo que garantiza que se mantengan intactas las cualidades organolépticas del aceite, como su sabor y aroma. Además, este método conserva mejor los antioxidantes naturales presentes en el aceite de oliva, lo que lo convierte en una elección más saludable.

La combinación de la tradición artesanal con la incorporación de sistemas de maquinaria de última tecnología es un equilibrio que hemos logrado mantener en nuestra empresa. La tecnología ha traído avances significativos en la producción de aceite de oliva, permitiendo un mayor control de los procesos y una mayor eficiencia en la producción. Esto se traduce en la capacidad de mantener los estándares de calidad a lo largo del tiempo y asegurar que nuestros productos sean consistentes en sabor y aroma.

Nuestra almazara, ubicada en Peal de Becerro, Jaén, es un centro de innovación donde convergen la tradición y la tecnología. Aquí, las aceitunas recién cosechadas son cuidadosamente seleccionadas y procesadas para garantizar que solo la mejor calidad llegue a su mesa. Los sistemas de maquinaria de última tecnología desempeñan un papel crucial en la extracción y el envasado del aceite, asegurando que el producto final sea de la más alta calidad.

Un aspecto que distingue a nuestros aceites es su origen geográfico. La ubicación estratégica de nuestros puntos de recogida de aceitunas en las estribaciones de las Sierras de Cazorla y Quesada es fundamental para la calidad de nuestros aceites. Estas regiones ofrecen un entorno natural excepcional para el cultivo del olivo, , refleja un clima mediterráneo.

Las características de un clima mediterráneo, con inviernos suaves y veranos cálidos y secos, son ideales para el cultivo del olivo. La exposición a la brisa fresca de las montañas y la abundancia de sol son factores que contribuyen a la maduración lenta y equilibrada de las aceitunas, lo que a su vez se traduce en un sabor y aroma excepcionales en el aceite de oliva.

La altitud también juega un papel crucial en la calidad de nuestras aceitunas. Las condiciones de altitud, con sus variaciones de temperatura y niveles de humedad, influyen en el desarrollo del fruto y la acumulación de compuestos beneficiosos en las aceitunas, como antioxidantes. Esto se traduce en un aceite de oliva con un perfil nutricional excepcional y un sabor distintivo.

La ubicación de nuestros olivares en una región montañosa significa que los árboles de olivo crecen en un suelo rico en minerales, lo que contribuye a la nutrición de las aceitunas y, en última instancia, al sabor de nuestro aceite. La diversidad de suelos en la zona de sierra aporta matices a las aceitunas, lo que se traduce en un aceite de oliva virgen extra de gran complejidad y riqueza de sabores.

Nuestro compromiso con la calidad no se limita solo al proceso de producción. La sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son aspectos fundamentales de nuestro enfoque. La agricultura en las estribaciones de las Sierras de Cazorla y Quesada se basa en la agricultura sostenible y ecológica. El cultivo de olivos se realiza en armonía con el entorno natural, minimizando el impacto ambiental y promoviendo la biodiversidad.

La recolección de aceitunas en esta región se realiza de manera cuidadosa y respetuosa con el árbol y el entorno. Los agricultores locales, que han dedicado su vida a la olivicultura, conocen los ciclos naturales de los olivos y aplican técnicas de recolección tradicionales que garantizan que las aceitunas se cosechen en el momento óptimo de madurez.

La cosecha se realiza a mano, lo que permite una selección manual de las aceitunas, asegurando que solo las de la más alta calidad se utilicen en la producción de nuestro aceite. Este proceso es intensivo en mano de obra, pero es esencial para garantizar la calidad y la excelencia de nuestros productos.

La calidad excepcional de nuestro aceite de oliva virgen extra es el resultado de un proceso de producción cuidadosamente elaborado, desde la elección de la variedad de aceituna hasta la extracción y el envasado. Cada paso del proceso se lleva a cabo con atención al detalle y con un enfoque en la calidad y la excelencia.

El sabor de nuestro aceite de oliva virgen extra es una sinfonía de notas de frutas verdes, hierba fresca y un toque picante. Estas características son el resultado de la combinación de la variedad de aceituna Picual o Marteña, el clima mediterráneo, la altitud de nuestros olivares y el proceso de producción artesanal. Cada botella de nuestro aceite es un reflejo de la tierra, el sol y la pasión que invertimos en su elaboración.

La cata de nuestro aceite revela matices y complejidad en su sabor. Los toques de amargura y picante son equilibrados con la suavidad y la dulzura, creando un perfil de sabor que es al mismo tiempo audaz y armonioso. Este equilibrio es lo que hace que nuestro aceite sea tan versátil en la cocina y una delicia para los paladares más exigentes.

Nuestro aceite de oliva virgen extra es un ingrediente esencial en la cocina mediterránea y puede realzar una amplia variedad de platos. Su versatilidad lo hace adecuado para aderezar ensaladas, sumergir pan fresco, rociar sobre platos de pasta o usar en la cocción de carnes y pescados. Su sabor robusto puede elevar cualquier plato y aportar un toque de autenticidad culinaria.

Además de su sabor excepcional, nuestro aceite de oliva virgen extra también es apreciado por su perfil nutricional. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados, que se asocian con beneficios para la salud cardiovascular. También es una fuente de antioxidantes naturales, como la vitamina E, que pueden contribuir a la protección de las células del cuerpo contra el daño oxidativo.

La calidad de nuestro aceite de oliva virgen extra se ha reconocido en concursos y certificaciones internacionales. Los premios y reconocimientos que hemos recibido son un testimonio de nuestro compromiso con la calidad y la excelencia en la producción de aceite de oliva.

En resumen, nuestra empresa es una fusión de tradición y modernidad, con raíces que se remontan al pasado siglo XX y una visión de futuro centrada en la calidad, la sostenibilidad y la excelencia. La elección de la variedad de aceituna, la combinación de métodos tradicionales con tecnología de vanguardia y la ubicación geográfica estratégica de nuestros olivares son factores clave que se unen para producir un aceite de oliva virgen extra que es un auténtico tesoro líquido.

Nos enorgullece compartir nuestros productos con usted y lo invitamos a experimentar la exquisitez de nuestros aceites, un tributo a la tradición y la pasión que dedicamos a la producción de aceite de oliva virgen extra de la más alta calidad. Cada gota de nuestro aceite cuenta la historia de la tierra y el esfuerzo que ponemos en cada paso del proceso, y esperamos que esta historia se convierta en parte de su propia experiencia culinaria.

Nuestra empresa también se ha comprometido a minimizar el impacto ambiental de nuestra operación. Hemos implementado prácticas de gestión sostenible en nuestra almazara y en toda la cadena de producción. Esto incluye la gestión eficiente de los recursos naturales, la reducción de residuos y la promoción de la reutilización y el reciclaje.

Además, estamos invirtiendo en energías renovables para alimentar nuestra operación y reducir nuestra huella de carbono. La energía solar, en particular, se ha convertido en una fuente importante de energía para nuestra almazara, aprovechando la abundante luz solar en la región.

Nuestra responsabilidad ambiental se extiende también a la gestión del agua. La conservación del agua es una prioridad en nuestra empresa, ya que sabemos que es un recurso vital en la producción de aceite de oliva. Hemos implementado tecnologías avanzadas de reciclaje y reutilización de agua para minimizar el consumo y reducir la carga sobre los recursos hídricos locales.

Este compromiso con la sostenibilidad no solo es una cuestión de responsabilidad ambiental, sino que también contribuye a la calidad de nuestros productos. La forma en que tratamos el entorno natural y los recursos influye en el sabor y la calidad de nuestras aceitunas y, por ende, en nuestro aceite de oliva virgen extra.

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